La oracular voz del sueño
Por esas intimidades que suele tener a veces
el sujeto del inconsciente con la palabra que lo nombra y atraviesa, como es el
caso de este carismático e intuitivo humorista lomense que, dotado por un
talento multifacético brillante, entendió rápidamente que aquella famosa
expresión del Che “Hasta la victoria siempre”, que suele repetir la señora
presidenta en sus actos políticos, era la frase de remate que debía utilizar
para la elaboración de su conocido personaje, pero en realidad, no sabía como
terminarla; hasta que por fin un sueño se lo reveló: una noche apareció de
pronto tronando en sus oídos una palabra
en ingles, “secret”, y entonces se levantó a la madrugada, la anotó en un papel
y se volvió a acostar. A la mañana siguiente comprendió todo: la frase de
identificación que diría el personaje sería: “¡Hasta la victoria secret!” (que
suena sicret), transformando así la frase del Che en una auténtica
expresión de la presidenta, quien, según parece, o dicen las malas lenguas, le
encanta comprar en “Victoria´s Secret”, (el secreto de Victoria) la famosa
tienda de ropa fina y exclusiva; homologando de este modo el significante
“Victoria” del nombre propio, con el del partido político que encabeza: “Frente
para la Victoria”.
El animado público
de Bossi, el que escucha divertido y expectante sus interpretaciones y
caricaturas, cree que cuando él habla a través del pintoresco personaje y dice
“hasta la victoria si...” va a decir “siempre”, pero en realidad dice, “sicret”,
creando así el sorpresivo efecto cómico y gracioso que, por supuesto, nadie
esperaba oír allí. La divertida homofonía de esta nueva expresión, creada por
la formación mixta de estos dos componentes “si-empre” y “si-cret”, revela la
comicidad del chiste en los oídos de los espectadores.
El genio indiscreto
de Bossi ha hecho de “¡Hasta la victoria secret!” la nueva forma verbal
donde reside el carácter chistoso y el efecto hilarante del remate del
personaje, y la ha puesto al descubierto bajo una faz sorprendente: “el secreto
de Cristina” revelado públicamente, ¡y en boca de la misma Cristina!
Bossi logra hacer aquí, con sus maravillosas
artes para la interpretación bufonesca, algo que sobrepasa la imagen frívola y
encopetada que él mismo interpela desde el personaje: le hace decir a “la falsa
Cristina” lo que la verdadera no se anima a confesar en público, pues en este
punto, su voluble costado femenino se contrapone con la seriedad de la
investidura que detenta en algo que, si bien
es importante, no deja de ser menor; ¿qué cosa?, nada menos que esa
llamativa debilidad que tiene la señora presidenta de seguir el grito de la
moda y gastar dinero en ropa y zapatos caros, tal como puede hacerlo cualquier
mujer que se precie de ser coqueta y decirlo –o gritarlo-, pero de esta manera,
así, como lo gritan todas las que nada callan: a media voz.
HASTA
LA VICTORIA SIEMPRE
-----------------------------------------------
HASTA
LA VICTORIA SICRET
No hay comentarios:
Publicar un comentario